La primavera está en el aire: Cómo adaptar la piel del invierno al clima más cálido

cuidado de la piel en primavera

Para mantener una piel sana e hidratada, el invierno no es tarea fácil. Muchos estamos entusiasmados con las temperaturas más cálidas de la primavera, pero, sorprendentemente, esta transición estacional puede ser igual de irritante para el rostro. El acné, el eccema y la rosácea son afecciones que pueden agravarse debido a los cambios de temperatura, el aumento de la exposición solar y otros factores.

5 consejos para tu piel del invierno a la primavera

Estás saliendo de una temporada en la que la piel está bastante dañada y la barrera protectora es muy frágil, y además la primavera es bastante volátil. Estás experimentando temperaturas cálidas, lo que aumenta el flujo de grasa, y también el sudor, que es muy irritante después de que tu piel haya estado reseca durante meses por el frío.

Las alergias estacionales también influyen. A medida que las plantas crecen, se liberan alérgenos y polen al aire, lo que puede desencadenar reacciones de histamina que se manifiestan en la piel como erupciones, irritación y rosácea. Nuestros cuerpos reflejan la naturaleza; por lo tanto, cuando la naturaleza se relaja durante el invierno, nuestra producción de grasa disminuye y el crecimiento del cabello se ralentiza; y cuando todo cobra vida en primavera, nuestra piel hace lo mismo.

Entonces ¿cuál es la solución?

Hacer pequeños cambios en tu rutina de cuidado de la piel e incluso en tu dieta puede ayudar. En la medicina tradicional china, los ajustes en el cuidado de la piel deben considerarse según las diferentes estaciones. La primavera se trata de calmar, revitalizar y revitalizar la piel. Reparar la barrera cutánea, probablemente dañada durante el invierno, también es clave para prevenir y minimizar los brotes y la irritación estacionales.

Aquí compartimos algunas estrategias simples para mantener la piel limpia, tranquila y feliz esta primavera y más allá:

  1. Hidrata (pero no asfixies) tu piel

Una de las maneras más obvias de adaptar tu rutina de cuidado facial para la primavera es usar una crema hidratante o aceite facial más suave. Si bien es importante mantener los niveles de hidratación, no conviene saturar la piel con productos pesados ​​como bálsamos, ya que la producción natural de aceite también aumenta. Por lo tanto, usar una bruma facial hidratante después de la limpieza, seguida de una crema hidratante más suave o un aceite facial que se absorba bien, es una buena idea.

Opta por una crema hidratante durante el día para una capa adicional de protección contra la contaminación, los irritantes y cualquier sustancia presente en el aire, y luego, por la noche, un aceite facial rico en antioxidantes. Pero intenta evitar cualquier producto demasiado estimulante. El objetivo es calmar y suavizar la piel. Cualquier producto con un ácido más fuerte, como el ácido glicólico, debe evitarse por ahora, especialmente si experimentas brotes de eccema o rosácea.

  1. Capa sobre los antioxidantes protectores

Los ingredientes botánicos calmantes y antioxidantes no solo ayudan a reparar y restaurar la barrera cutánea, sino que muchos también tienen propiedades fotoprotectoras. Es decir, pueden minimizar el daño solar y aumentar la eficacia del protector solar. Si bien la vitamina C sintética puede hacer que la piel sea más reactiva, las formas naturales de vitamina C tienen el efecto contrario. Actúa como protector contra los rayos UV, y si se usa regularmente, como una mascarilla semanal rica en vitamina C, la piel comienza a almacenarla para mayor protección.

Algunos ingredientes ricos en vitamina C y otros antioxidantes incluyen la miel de manuka, el aloe vera y el extracto de flor de cehami. Además de usar una mascarilla rica en antioxidantes, también puedes aplicar un sérum o aceite facial rico en antioxidantes.

  1. Repara y calma con una mascarilla de miel de Manuka

Para la piel irritada y con mucha irritación en primavera, una mascarilla que regenere la barrera cutánea puede ser la solución. Una mascarilla de miel de Manuka es ideal para cualquier tipo de irritación, ya sea acné o sarpullido. Es muy calmante, ayuda a restaurar la piel y es súper antibacteriana y cicatrizante. Una mascarilla de yogur rica en probióticos también sería ideal, ya que ayuda a fortalecer el microbioma de la piel, permitiéndole regenerarse por sí sola.

  1. Elige tu protector solar con cuidado

El aumento de la exposición al sol es inevitable en primavera, por lo que incorporar protección solar facial diaria es crucial. Sin embargo, el acné y la rosácea, dos afecciones que tienden a aparecer en primavera, a menudo no responden bien al protector solar. Si bien el protector solar es definitivamente necesario, muchas personas con acné sufren brotes debido a su tendencia a obstruir los poros. Lo mismo ocurre con la rosácea o cualquier piel sensible propensa a enrojecimiento e irritación.

Por lo tanto, elegir el protector solar adecuado es fundamental. Para quienes sufren de acné, esto significa optar por un producto con aceites no comedogénicos, ingredientes no irritantes, preferiblemente hipoalergénicos y sin fragancia.

  1. Invierta en un buen purificador de aire

Con las alergias primaverales, la irritación facial es frecuente. Es posible que notes mucha hinchazón y manchas rojas y secas en la piel, por lo que un purificador de aire para eliminar irritantes presentes en el aire, como el polvo cargado de polen, puede ser muy beneficioso. También puedes incorporar más plantas de interior que han demostrado purificar el aire de forma natural.

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