
Las diferencias entre los diferentes tipos de piel no siempre son tan sencillas como parecen. La diferencia entre piel grasa y piel seca parece obvia. Si ves grasa en la piel, seguro que tienes piel grasa, ¿verdad? No siempre, ya que la producción de grasa puede ser un poco más compleja. Para comprender mejor los detalles, profundizaremos en la diferencia entre piel seca y piel grasa.
Piel grasa vs. piel seca
Primero, repasemos lo básico. La piel seca produce poca o ninguna grasa, lo que provoca sequedad y descamación. La piel grasa produce grasa y, por lo general, presenta poros dilatados y un aspecto brillante o graso. Probablemente esto te parezca lógico, pero distinguir entre piel deshidratada y piel deshidratada se complica un poco.
Características de la piel seca
Si tu piel suele estar tirante después de lavarla, o incluso cuando estás en la ducha sin haberla lavado todavía, esto significa que probablemente tu piel esté seca.
Aquí hay algunas otras señales que debes buscar:
- Escamas o manchas escamosas que aparecen en la cara
- Si tienes que aplicar loción corporal al menos una vez al día, es posible que tu piel esté demasiado seca.
- Si sientes tu piel muy áspera y llena de bultos cuando la das golpecitos con las manos, entonces probablemente esté muy seca.
- A menudo, el área alrededor de la nariz tiende a arrugarse si tu piel está seca.
- Los poros de nuestra piel se obstruyen fácilmente cuando no hay suficiente hidratación en la piel. Esto provoca la aparición de puntos negros.
- Si tiene la piel extremadamente seca, busque síntomas como enrojecimiento, descamación y descamación.
- Si tu piel está deshidratada, también estará escamosa y mostrará signos de agrietamiento o descamación.
Es posible que no notes ninguno de estos síntomas al despertarte por la mañana; esto se debe a que tu cuerpo restaura la hidratación de la superficie de la piel de forma natural durante la noche. Sin embargo, al lavarte la cara, todos estos síntomas aparecerán. La hidratación natural de la piel se restaura al volver a exponerse a la intemperie.
Rasgos de la piel grasa
Este puede ser un poco más complicado. La piel grasa no es sinónimo de acné; de hecho, muchas personas con piel grasa nunca sufren brotes.
Pero ¿cómo saber si tu piel es grasa?
Las características de la piel grasa incluyen:
- Si tu zona T (frente y debajo de la nariz) se pone brillante, esto podría significar que tu piel está produciendo más sebo de lo normal.
- Es posible que notes pequeños granos o imperfecciones en la frente o el mentón.
- Probablemente estés usando mucho polvo o base porque tu piel luce muy brillante.
- Debes usar hojas secantes regularmente
- La piel grasa suele tener poros grandes.
Si bien tanto la piel grasa como la seca son propensas a los brotes, su manifestación puede ser muy diferente. La piel grasa tiende a presentar grandes imperfecciones o granitos, mientras que la piel seca suele manifestarse como pequeños puntos blancos.
Piel deshidratada
La piel deshidratada no es necesariamente excesivamente seca. La piel deshidratada es grasa, mixta o normal, con falta de agua y tirantez. Es una afección cutánea, no un tipo de piel: tener la piel tirante no significa necesariamente que esté seca. La piel deshidratada, como afección cutánea, carece de agua, pero aun así puede producir grasa. De hecho, puede producir un exceso de grasa para compensar la falta de hidratación. La piel deshidratada es común en personas con piel grasa y propensa al acné que usan productos agresivos que la deshidratan. Si esto te suena familiar, sigue leyendo para descubrir 4 consejos clave para recuperar la salud de tu piel.
1. Limpiar de forma más inteligente
Todo empieza con la limpieza. Prueba a usar limpiadores sin sulfatos para evitar la deshidratación innecesaria al lavarte. Prueba un limpiador facial sin perfume y exfolia con moderación. Usar muchos ácidos y exfoliantes con demasiada frecuencia o de forma muy agresiva puede causar deshidratación superficial e inflamación.
2. Nunca vayas desnudo
Nunca dejes la piel expuesta por más de 60 segundos después de lavarla. Aplica inmediatamente tónico, sérum y crema hidratante sin alcohol. Al dejar la piel expuesta, el aire empieza a absorber la humedad al instante. Continúa con tus productos de cuidado de la piel que no resecan la piel.
3. Agrega un suero
Añade un sérum debajo de la crema hidratante para una hidratación extra. Unas gotas de un sérum ligero debajo de una crema hidratante sin aceite proporcionan un extra de hidratación, sin añadir capas pesadas de producto.
4. Use humectantes
Al comprar productos para el cuidado de la piel, busque productos con humectantes como glicerina, ácido hialurónico , PCA sódico, sorbitol, alantoína y propilenglicol. Estos ingredientes ayudan a atraer el agua del ambiente a la piel para mantenerla suave y tersa.
5. Dale una oportunidad a los ingredientes naturales
En caso de duda, evita las marcas principales llenas de conservantes, rellenos y fragancias fuertes (por muy bien que huelan, tu piel no lo necesita) y prueba el cuidado natural de la piel. ¡Te sorprenderá cómo tu piel se transforma! Ingredientes como la miel de manuka, el aceite de coco, el aceite de semilla de zanahoria y el aceite de semilla de cáñamo son perfectos para nutrir la piel seca y equilibrar la producción de grasa. (Es un mito que los productos a base de aceite sean malos para la piel grasa).
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