
Es innegable que en el mundo de los ingredientes para el cuidado de la piel, los retinoides son los reyes. Son la flor y nata (juego de palabras intencionado), apreciados por los dermatólogos por su capacidad para ofrecer una larga lista de beneficios para la piel. Este grupo de derivados de la vitamina A, del cual el retinol es una versión de venta libre, puede prácticamente todo. Reducen las líneas de expresión y las arrugas al estimular la producción de colágeno y elastina, estimulan la descamación de las células superficiales, lo que resulta en una piel más luminosa y un tono más uniforme, y disminuyen el exceso de pigmentación al inhibir una enzima necesaria para la producción de melanina.
Los retinoides también son muy populares para tratar el acné, gracias a su capacidad para mantener los poros limpios y a sus efectos antiinflamatorios . Además, tienen una larga y probada trayectoria: los retinoides también destacan por su amplio estudio.
Sin embargo, para algunas personas, todas estas ventajas pueden conllevar serias desventajas. Los retinoides son conocidos por sus molestos efectos secundarios, como enrojecimiento, sequedad e irritación general; además, no deben ser utilizados por mujeres embarazadas o en período de lactancia debido a la posibilidad de defectos congénitos.
La buena noticia es que tienes otras opciones: alternativas naturales al retinol. (Para tu información, dado que el término "natural" no tiene una definición definida, lo usamos en este contexto para referirnos principalmente a ingredientes de origen vegetal). ¡Sigue leyendo para descubrir 7 excelentes alternativas naturales al retinol!
1. Bakuchiol
El bakuchiol es quizás la alternativa más conocida y estudiada, con resultados muy similares al retinol. Proviene de las hojas y semillas de la planta babchi y, aunque no es un derivado de la vitamina A, funciona de forma similar, actuando en las mismas vías que el retinol para estimular la producción de colágeno y elastina. Además, es muy rico en antioxidantes y tiene efectos antiinflamatorios.
¿Cuál es la principal ventaja del bakuchiol sobre el retinol? Es más adecuado para pieles sensibles. De hecho, en un estudio comparativo directo entre ambos, se demostró que ambos ingredientes mejoran las arrugas, la pigmentación, la elasticidad y la firmeza de la piel, pero el bakuchiol fue mejor tolerado. Además, al no ser un derivado de la vitamina A, pueden usarlo las mujeres embarazadas o en período de lactancia.
2. Aceite de rosa mosqueta
El aceite de rosa mosqueta contiene pequeñas cantidades de ácido retinoico, que debe convertirse en ácido retinoico en la piel para que surta efecto. Por ello, es excelente para regenerar la piel, aumentar la producción de colágeno y devolver la luminosidad a las pieles apagadas. Y aunque no existen estudios que lo comparen con el retinol, dado que es rico en ácidos grasos esenciales para mantener una barrera cutánea sana, el aceite de rosa mosqueta también puede ayudar a mejorar los signos visibles del envejecimiento al prevenir la pérdida de hidratación.
3. Rambután
Existe bastante información circulando en internet que compara el rambután, una fruta tropical, con el retinol. Sin embargo, es importante destacar que no existen datos científicos sólidos que respalden las afirmaciones de que mejora la producción de colágeno o elastina. (Solo un estudio realizado en ratones y un pequeño estudio patrocinado por la industria que no arrojó resultados destacables). Aun así, el rambután puede tener importantes efectos antienvejecimiento en la piel gracias a su alto contenido en antioxidantes. El rambután posee una serie de antioxidantes que pueden retrasar el envejecimiento cutáneo al neutralizar los radicales libres, proteger la piel del daño oxidativo y disminuir la inflamación y la destrucción del colágeno y el tejido elástico.
4. Aceite de semilla de zanahoria
Derivado de las semillas de zanahoria silvestre, el aceite de semilla de zanahoria es rico en betacaroteno, un precursor de la vitamina A que, según investigaciones, puede contribuir a la regeneración celular. Además, también es rico en antioxidantes (vitaminas C y E, así como vitamina A, que se puede convertir en retinol en la piel), y un estudio reciente demostró su eficacia para el rejuvenecimiento de la piel.
5. Aceite de espino amarillo
La pulpa de las bayas de espino amarillo es un concentrado nutricional rico en vitaminas, minerales y nutrientes. En concreto, el aceite de espino amarillo se utiliza a menudo en el cuidado de la piel, principalmente por su alta concentración de antioxidantes, como carotenos, vitaminas E y C, y flavonoides. También es rico en ácidos grasos esenciales, lo que lo convierte en un ingrediente excepcionalmente nutritivo. Aunque su mecanismo de acción exacto no está claro, algunos estudios demuestran que el aceite de espino amarillo promueve la producción de colágeno y es útil para la cicatrización de heridas.
6. Ácido azelaico
El ácido azelaico se encuentra de forma natural en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, y también lo produce en nuestra piel de forma natural una levadura (Malassezia furfur), que forma parte de nuestra flora cutánea normal. Si bien no existen investigaciones que lo comparen directamente con el retinol, existe una gran coincidencia entre los beneficios de ambos ingredientes. Por ejemplo, el ácido azelaico también es un ingrediente clave para combatir el acné: elimina las bacterias que infectan los poros, disminuye la inflamación y el enrojecimiento, y exfolia y disminuye la producción de queratina, una sustancia natural que puede obstruir los poros. Además, se ha demostrado que reduce las células pigmentarias, por lo que se utiliza para el tratamiento del melasma y la hiperpigmentación postinflamatoria.
7. Niacinamida
Este ingrediente es ligeramente diferente a los demás de esta lista, ya que no es de origen vegetal, sino una forma de vitamina B-3. La niacinamida ofrece muchos de los mismos beneficios que el retinol, como reducir la inflamación, aumentar la producción de colágeno, tratar el acné y disminuir la hiperpigmentación no deseada o excesiva.
La diferencia entre ambos radica en la hidratación: mientras que el retinol reseca la piel, la niacinamida ayuda a mantenerla hidratada. Por ello, es una buena opción para todo tipo de piel e incluso se combina con retinol en ciertas formulaciones. En la experiencia clínica, la niacinamida cumple una función similar a la del retinol y es excelente para personas con piel muy sensible, aunque sus resultados no son tan impresionantes como los del retinol.
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