Repasemos los pasos principales para el cuidado de la piel. 1. No te duermas con maquillaje. 2. Hidrata siempre. 3. Usa protector solar como si fuera tu vida. Pero hay un nuevo requisito para el cuidado de la piel con el que quizás no estés tan familiarizada: 4. Usa un sérum. ¿Sabes la importancia de un sérum facial? Te explicamos cómo funciona, por qué lo necesitas y cuál es el mejor sérum facial.
Datos sobre el suero facial
Hablamos en serio: añadir sérums a nuestra rutina de cuidado facial marcó la mayor diferencia en cómo se ven y se sienten nuestros rostros. ¿Aún no te convencemos? Permítenos convencerte. Aquí tienes cinco beneficios prácticos y hermosos de añadir un sérum facial a tu rutina de cuidado facial:
1. Funcionan.
Los sérums son efectivos y no rellenan, y contienen la mayor concentración de ingredientes activos disponible sin receta. Compara: los limpiadores y humectantes suelen contener entre un 5 % y un 10 % de ingrediente activo, mientras que los sérums pueden contener hasta un 70 %. Esto significa que obtendrás resultados, ya sea que busques unificar el tono, reducir las líneas de expresión, iluminar, reafirmar o eliminar las manchas oscuras.
2. Cero rellenos.
Si tienes piel sensible o propensa a los brotes, sabes lo importante que es evitar los agentes oclusivos baratos (como el aceite mineral y el petróleo). Dado que los sérums están especialmente diseñados para ser sistemas de administración, no contienen ninguno de ellos. Su objetivo es asegurar que sus sofisticados ingredientes activos (péptidos, células madre, vitaminas y minerales beneficiosos) traspasen la capa externa de la piel y liberen su máximo potencial en profundidad, eliminando por completo cualquier obstáculo. ¿El resultado? Una fórmula pura y potente para el cuidado de la piel.
3. Menos brotes.
¡Piel propensa al acné, alégrense! A diferencia de las cremas hidratantes tradicionales (que pueden dejar una capa que obstruye los poros sobre la piel), los sérums tienen una consistencia acuosa, y muchos, de hecho, son a base de agua en lugar de aceite. Esto significa que se absorben mucho más rápido sin dejar residuos que provoquen brotes. ¡Es el milagro que estábamos esperando!
4. Una tez menos grasa.
Nos pasa a menudo: cuando nuestra piel se engrasa, lo último que queremos es hidratarla y echar más leña al fuego. Pero entonces nuestras glándulas sebáceas se vuelven locas, produciendo un exceso de grasa para intentar compensar la sequedad crónica. Así que, nuestros intentos de tener una piel menos grasa, ¡en realidad nos hacen más grasosa! ¿Dónde acabará esta locura?
Ahí es donde entran en juego los sérums. Mucho más ligeros (y de absorción más rápida) que una crema hidratante, mantienen la piel hidratada sin contribuir a esa sensación grasosa que tanto odiamos. Y al mantenerte hidratada, tu piel no se volverá loca produciendo sebo en exceso, lo que la hará menos grasa a largo plazo.
5. Ahorrarás dinero.
Pero espera, te oímos decir. Los sérums son más caros que cualquier otro producto para el cuidado de la piel. ¿Cómo me ahorrará dinero eso?
Sencillo: si inviertes en un buen sérum, tendrás algo que realmente funciona. Se acabó gastar dinero en múltiples productos que simplemente no son buenos o que crees que podrían funcionar; un buen sérum te dará resultados visibles.
Todo se reduce a en qué prefieres gastar tu dinero: cinco productos más baratos que ocupan espacio en tu estantería y no hacen nada por tu piel, o un producto que hace maravillas y cuesta un poco más. Créenos: una vez que encuentres tu sérum perfecto, no volverás a malgastar tu dinero en nada más.
Si busca los beneficios esenciales de un suero, junto con ingredientes naturales e inteligentes que no le hagan preocuparse por dañar su piel (como sucede con algunos sueros de marcas de farmacia), no busque más que el suero para ojos y rostro con miel de Manuka de Wild Naturals.
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