¿Deberías lavarte la cara dos veces al día?

Washing Your Face Twice a Day

¿Deberías lavarte la cara dos veces al día?

Si eres como nosotros, apostamos a que lavarte la cara es tan fácil y, francamente, tan sencillo como cepillarte los dientes o ponerte desodorante. Es algo que haces a diario, pero en lo que probablemente no piensas mucho. ¿Tenemos razón o no?

Y mira, no hay nada de malo en ello. Pero lavarse la cara, y más específicamente cómo hacerlo, es parte integral de tu rutina de cuidado de la piel. Sin duda, requiere un poco más de atención, sobre todo en cuanto a cuándo y cómo lo haces. La limpieza puede, literalmente, sentar las bases de todos los pasos a seguir y, en general, prepararte para el éxito en el cuidado de la piel.

A continuación, descubrimos exactamente cómo y con qué frecuencia debes lavarte la cara.

¿Con qué frecuencia debes lavarte la cara?

Empecemos con la respuesta a la pregunta del millón: ¿Debería lavarme la cara dos veces al día? Lo ideal sería hacerlo dos veces al día. Por la mañana, esto elimina el exceso de grasa que produce la piel, así como los restos de la rutina de cuidado nocturno. Por la noche, eliminas el maquillaje, la suciedad y la grasa acumulada durante el día, dejándola limpia y preparada para tu rutina de cuidado nocturno. La única excepción a esta regla de oro: puedes añadir una tercera limpieza si entrenas al mediodía y necesitas eliminar el sudor, el maquillaje o el protector solar.

Y aquí está la cuestión: todo lo anterior aplica, independientemente de tu tipo de piel. Se acepta generalmente que casi todos pueden y deben lavarse la cara dos veces al día; es el limpiador el que debe cambiarse. La frecuencia no varía. Lo que se usa para limpiar la piel y lo que se aplica después es específico para cada piel. A continuación, se presentan algunos consejos más específicos para tres tipos de piel diferentes:

Piel grasa/con tendencia al acné

A estos tipos de piel les convienen más los limpiadores en espuma o gel, que eliminan con mayor eficacia la suciedad y la grasa tanto de la superficie como de los poros. Estas fórmulas suelen tolerarse bien si se usan dos veces al día. Sin embargo, si el limpiador contiene un ingrediente activo, como el ácido salicílico, conviene usar esa fórmula solo una vez al día y optar por algo más suave para la segunda limpieza.

Seco/Sensible

Las mismas reglas se aplican si tu piel es seca, sensible o ambas (la mayoría de las veces, ambas van de la mano). Los limpiadores suaves, cremosos y sin jabón son la mejor opción tanto para la mañana como para la noche. Dicho esto, también puedes usar agua micelar por la mañana en lugar de un limpiador tradicional. El agua micelar también limpiará la piel y eliminará la suciedad y la grasa, pero lo hará con mucha suavidad.

Combinación

Puede que necesites un poco de ensayo y error para encontrar tu rutina de limpieza ideal. Las personas con piel mixta suelen usar un limpiador en gel y uno en crema, ya que pueden notar que su piel varía según la temporada o incluso a diario. Considera usar el limpiador en crema por la mañana y el limpiador en gel por la noche (cuando hay más suciedad que eliminar) y observa cómo se comporta tu piel.

Riesgos del lavado excesivo

Lavarse la cara en exceso puede despojarla de sus aceites naturales, comprometer la barrera cutánea y dejarla deshidratada. Si tienes piel grasa o sufres de acné, lavarte en exceso puede aumentar la producción de sebo, lo cual funciona según un modelo de oferta y demanda. Al despojar a la piel de sus aceites naturales, el cuerpo puede producir más para compensar, lo que desencadena un círculo vicioso. ¿Una señal reveladora de que te has lavado demasiado (o con el producto equivocado)? Una piel que se siente "reluciente" de limpia o tirante.

Riesgos del lavado insuficiente

Por otro lado, no lavarse lo suficiente puede provocar poros obstruidos, una tez opaca y acné. Además, una piel mal limpia no podrá absorber los ingredientes activos de tu cuidado facial, que simplemente se quedarán en la superficie, donde no obtendrás sus beneficios.

La conclusión final

Lavarse la cara no tiene por qué ser complicado, pero es un paso muy importante en tu rutina de cuidado de la piel que debe realizarse correctamente. Lávate la cara por la mañana y por la noche (y después de entrenar) y asegúrate de usar un limpiador que se adapte a las necesidades específicas de tu piel y tez. Para el mejor limpiador facial en espuma , con ingredientes naturales, sin fragancias ni conservantes, ¡consigue Wild Naturals!