
Todos podemos tener la piel seca y agrietada si nos lavamos las manos demasiado, especialmente con la llegada de la pandemia, o si olvidamos usar loción durante el mal tiempo (tanto frío como calor), entre otras muchas razones. Sin embargo, para las personas con eczema, la piel inflamada es un estilo de vida desagradable.
En cuanto a la duración del eccema, tanto si se trata a un niño pequeño con esta afección cutánea como si se trata de adulto, la mayor dificultad es esperar a que esos molestos brotes se calmen. Pero ¿qué tal intentar controlar los brotes antes de que aparezcan? ¿Es posible?
Probablemente sea una de las preguntas más frecuentes sobre el eccema: ¿cuánto duran los brotes? La respuesta puede depender del tipo de eccema que tenga y de su edad. Este artículo analizará más a fondo la duración del eccema y qué puede esperar en cuanto a factores como el tiempo, los tratamientos y cómo acelerar la curación de sus brotes.
¿Por qué se producen los brotes de eccema y cómo prevenirlos?
El eccema es una inflamación de la piel que provoca enrojecimiento, descamación y picazón. La sequedad puede ser otro síntoma, aunque no siempre está presente. El eccema puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque se encuentra con mayor frecuencia en el pliegue de los codos y la parte posterior de las rodillas. Las manos y los pies son otras zonas relativamente comunes, todas ellas partes visibles del cuerpo.
El término eccema se refiere con mayor frecuencia a la dermatitis atópica, el tipo más común de eccema. La dermatitis atópica afecta entre el 10 % y el 20 % de los niños y entre el 1 % y el 3 % de los adultos. Otros tipos de eccema incluyen el eccema alérgico de contacto (cuando la piel entra en contacto con algo extraño, como el roble venenoso), el eccema de contacto (por exposición a algo que causa alergia, como productos químicos y limpiadores) y el eccema dishidrótico (cuando aparecen ampollas en las palmas de las manos y las plantas de los pies).
Los expertos desconocen la causa raíz del eccema, y es un área de investigación continua con múltiples teorías y estudios en curso. Sin embargo, la Academia Americana de Dermatología cree que se trata de una interacción compleja entre la genética y el entorno de una persona, lo que lo desencadena.
Las mutaciones en un gen específico se consideran un factor importante en el desarrollo del eccema, ya que esta proteína es necesaria para el desarrollo normal de la piel y su función de barrera. La disfunción de la barrera cutánea permite la penetración de posibles alérgenos, que pueden desencadenar la erupción. Curiosamente, recientemente se ha descubierto que los recién nacidos con esta mutación genética que están expuestos a gatos tienen un mayor riesgo de desarrollar eccema que los recién nacidos con la misma mutación que no entran en contacto con ellos.
Los lípidos de la piel ayudan a la piel a cumplir su función de barrera. Sin embargo, en algunas personas con eccema, las anomalías en la composición lipídica de la piel impiden que esta retenga la humedad, lo que provoca sequedad cutánea. Otra posible causa se relaciona con el sistema digestivo. Se ha informado que los bebés con eccema presentan diferentes bacterias intestinales, diferencias que se observaron antes de la aparición del eccema y que podrían ser parte del cuadro general.
Por último, también se está considerando la "hipótesis de la higiene". Con estándares de limpieza tan estrictos en los países occidentales industrializados actuales, es posible que la falta de exposición de bebés y niños a bacterias altere el desarrollo de su sistema inmunitario y genere una reacción anormal a alérgenos ambientales comunes.
Por ejemplo, investigadores alemanes descubrieron que los niños que ingresaban a la guardería a una edad más avanzada presentaban una mayor incidencia de dermatitis atópica. Hay muchos factores a considerar y tener en cuenta con respecto al eccema en niños. En el caso de los adultos, controlar los brotes de eccema es la mejor manera de reducir su gravedad en la piel. Al considerar la relación ambiental con los desencadenantes del eccema, es aquí donde debe centrarse la atención para minimizar la duración de los brotes.
Los 5 principales desencadenantes del eczema a los que debemos prestar atención son:
- Alergias ambientales (polvo, polen, caspa de mascotas)
- Alergias químicas (fragancias, detergentes para ropa, limpiadores domésticos)
- Dieta
- Estrés
- Alcohol
Tener esto en cuenta te permitirá controlar tu eczema y reducir los brotes. Sin embargo, si quieres que los brotes de eczema sean prácticamente inexistentes, el principal tratamiento y la mejor opción de vida son elegir los productos adecuados para el cuidado de la piel. Puede parecer una solución extraña, pero dado que el eczema es una afección cutánea, es esencial usar los productos adecuados para nutrirlo, protegerlo y repararlo.
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