
Muchos signos de deshidratación, como fatiga, dolores de cabeza y calambres, nos resultan familiares a la mayoría. Sin embargo, la piel deshidratada puede ser más difícil de identificar debido, en gran medida, a sus similitudes con la piel seca. No obstante, aunque ambos términos suelen considerarse sinónimos, existen algunas diferencias importantes.
Descubrimos qué es la piel deshidratada, sus síntomas, cómo se diferencia de la piel seca y cómo se puede tratar. Continúa leyendo para obtener la guía definitiva sobre la piel deshidratada.
¿Qué es la piel deshidratada?
La piel deshidratada significa que le falta agua. La piel puede deshidratarse cuando el cuerpo pierde más agua de la que absorbe. Esto puede ocurrir por varias razones, como:
- No beber suficiente agua: El cuerpo pierde agua de forma natural a través de muchas actividades diarias, como hacer ejercicio, sudar, orinar e incluso respirar, y es importante beber suficiente agua a lo largo del día para reponer esta pérdida. Si no bebe suficiente agua a diario para evitar que su cuerpo pierda más agua de la que ingiere, corre un mayor riesgo de deshidratarse.
- Hidratación insuficiente: Para algunas personas, especialmente aquellas con una barrera cutánea deteriorada, beber agua no es suficiente para prevenir la deshidratación. En estos casos, hidratar regularmente la piel con productos que ayuden a retener la humedad en la barrera cutánea puede ser de gran ayuda.
- Vivir en un lugar muy caluroso o seco: Las personas que viven en climas cálidos y secos son más propensas a perder agua de la superficie de la piel que quienes viven en zonas más húmedas y templadas. Desafortunadamente, esta pérdida de agua puede provocar deshidratación de la piel. De igual manera, tener la calefacción encendida en interiores durante el invierno puede provocar la evaporación del agua de la superficie de la piel, lo que podría provocar deshidratación.
La piel deshidratada también puede ser causada por tomar duchas calientes, no dormir lo suficiente, usar jabones y productos para el cuidado de la piel agresivos y exfoliar excesivamente la piel.
¿Cuáles son los signos de una piel deshidratada?
La piel deshidratada puede verse tirante, áspera, seca, escamosa o apagada. También puede sentir picazón, ojeras y líneas de expresión o arrugas más pronunciadas. Dado que nuestra piel depende de la hidratación para conservar su barrera de humedad, quienes tienen la piel deshidratada también pueden experimentar una barrera cutánea debilitada o deteriorada. Si no se trata, una barrera cutánea deteriorada puede provocar afecciones como eccemas, infecciones cutáneas, acné y psoriasis.
La deshidratación puede afectar a todo el cuerpo, por lo que también es posible que experimentes signos de deshidratación que se extiendan más allá de la piel, como mareos y aturdimiento.
Piel seca vs. piel deshidratada
La piel seca y la piel deshidratada pueden parecer similares, pero no son lo mismo. Tener la piel seca no significa que esté deshidratada, y viceversa. La piel seca es un tipo de piel con el que se nace, similar a la piel grasa o mixta. La piel deshidratada, si se trata, es una afección cutánea temporal causada por la falta de agua en la capa superficial.
La piel deshidratada puede presentarse en muchos tipos de piel, incluyendo la grasa y la mixta. Puedes identificarla fácilmente pellizcando una pequeña zona de piel en el dorso de la mano y sosteniéndola durante unos segundos. Si la piel tarda unos segundos en recuperarse, es probable que tengas piel deshidratada.
La piel seca se debe a la falta de producción de grasa o sebo. Normalmente, este aceite mantiene la piel sana e hidratada, pero la producción de sebo puede disminuir con la edad, lo que a veces hace que la piel se vea escamosa o irritada.
La piel seca se puede tratar con hidratación, mientras que la deshidratada necesita hidratación. Esto significa que la piel seca se beneficiará de productos más cremosos, mientras que la deshidratada requiere productos más ricos en agua.
Cómo tratar la piel deshidratada
- Mantente hidratado: Beber suficiente agua es el primer paso para tratar la piel deshidratada. La cantidad de agua que debes beber al día depende de tu peso corporal, tu nivel de actividad y otros factores. Generalmente, se recomienda consumir de seis a ocho vasos de agua de 237 ml (8 onzas) al día. Para ayudar a tu cuerpo a retener agua y minerales esenciales, considera añadir un suplemento de electrolitos a tu agua potable. También puedes consumir alimentos hidratantes, como frutas y verduras.
- Duerma lo suficiente: también deberá asegurarse de dormir lo suficiente, ya que esto afecta la salud de la piel.
- Hidrata: Considera usar humectantes o lociones emolientes que ayuden a tu piel a retener la humedad, como el ácido hialurónico. Otros productos que ayudan a reparar y sellar la barrera cutánea incluyen el escualeno, las ceramidas y la glicerina. Prueba a aplicar una crema hidratante con estos ingredientes después de salir de la ducha para ayudar a retener la hidratación.
- Reevalúa tu rutina de cuidado de la piel: también es una buena idea asegurarte de que tu rutina sea lo suficientemente suave para tu piel. Los productos para el cuidado de la piel a menudo pueden contribuir a la deshidratación de la piel, por lo que cualquier producto que sea potencialmente agresivo, secante o exfoliante debe suspenderse durante algunas semanas mientras se intenta restaurar la hidratación.
- Use un humidificador: si vive en un clima muy seco y caluroso donde el aire tiende a extraer la humedad de su piel, usar un humidificador puede ayudar a mantener su piel hidratada.
La conclusión final
Si tu piel está deshidratada, podría verse opaca y escamosa, y podrías tener más líneas de expresión y arrugas de lo habitual. También podrías tener picazón y ojeras. Una de las mejores maneras de tratar la piel deshidratada es aumentar tu consumo de agua. Pero también puedes probar otras medidas, como aplicar productos hidratantes para el cuidado de la piel, usar un humidificador en casa y priorizar el sueño.
Para productos hidratantes para el cuidado de la piel, la mejor opción es la miel de manuka . Sus propiedades hidratantes son eficaces para todo tipo de piel (incluyendo eccemas y psoriasis) e incluso para pieles con acné, sin aumentar la secreción sebácea. Sus beneficios son abundantes y la primera crema terapéutica con miel es ideal para hidratar, combatir el envejecimiento y sanar la piel de cualquier daño.
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